Salud

¿Es posible prevenir el síndrome postvacacional?

Regresar a nuestras actividades cotidianas tras un largo periodo de vacaciones, puede significar una molestia para algunos. Generalmente ese tipo de personas pasa por un proceso de readptación a la rutina que les genera estrés y en ocasiones depresión.

Lo mencionado anteriormente surge porque el entorno escolar o laboral se concibe como una actividad aburrida, que se debe hacer por obligación. En realidad todo depende de la óptica con la que se mire, ya que así como hay gente negativa y pesimista, hay otros que ven en esos reinicios, una página en blanco para crear nuevas cosas.

Las manifestaciones emocionales suelen ser: malestar, ansiedad, dificultad para dormir, cambios de humor, entre otros. Para conocer cómo puedes manejar esta situación sin que se salga de control, puedes tomar en cuenta algunas pautas como las que te mostramos en el siguiente vídeo:

Lo principal

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  • Trata de dejar una brecha de al menos una semana o dos desde que regresas a tu hogar, hasta el día de la reincorporación a tu oficina o al colegio. De esa manera te irás preparando mentalmente. Por ejemplo, si te levantabas tarde, ve colocando una alarma para cada día despertar un poco más temprano.

  • Al llegar a tu lugar de labores, no empieces con las actividades que te ocupen hasta el tope de una manera brusca, la idea es hacer todo progresivamente. Dedica unos minutos a una conversación informal con tus compañeros, para intercambiar experiencias y ponerse al día con todo.

  • Incorpora a tu rutina un pasatiempo nuevo, de esa manera tendrás algo diferente que hacer que te mantendrá motivado y activo. Es crear un nuevo hábito que sea constructivo, que le sume a tu vida.

  • Has una lista destacando lo que te gusta de tu colegio o de tu ambiente laboral, y léela todos los días al iniciar tu jornada, de esa manera te recordarás el motivo por el que decidiste hacer lo que haces.

También puedes practicar la gratitud. Apreciar y valorar lo que tienes, te ayuda a sentir bienestar y armonía. Al final lo que haces tiene que tener un objetivo, y eso es lo que te ayudará e impulsará a seguir adelante con tus planes.