Una buena higiene dental está conformada por el cepillado de los dientes con un mínimo de tres veces al día, después de cada comida, y más si el alimento es dulce. También es oportuno hacer uso de un enjuague bucal, para gozar de un aliento fresco por más tiempo.

Además de lo descrito en líneas anteriores, es necesario practicarse una limpieza dental. Para ello debemos acudir a un odontólogo que es la persona especializada para esta práctica. La limpieza consiste en eliminar el sarro que se acumula en la dentadura producto de los restos de comida y la saliva, y que solo con el cepillado no se puede quitar. También es posible atenuar las manchas que aparecen en el esmalte de los dientes y ayuda a prevenir la aparición de caries.

Cabe destacar que la limpieza no es igual que el blanqueamiento. La diferencia radica en que uno se hace por estética para aclarar el color de los dientes cuando estos lucen amarillos, ya sea por la ingesta de té, café o por el cigarrillo, que es el blanqueamiento. El otro se realiza para cuidar de la salud bucal.

Frecuencia de la limpieza dental

Los odontólogos refieren que como mínimo es indispensable que una persona se practique una limpieza bucal una vez al año. Además, indican que este procedimiento debe ir acompañado del uso frecuente del hilo dental como herramienta para sacar esas impurezas que se quedan atrapadas entre los dientes.

Cuando una persona sufre de apiñamiento en la dentadura, que los dientes están torcidos o montados, los especialistas además de indicar un tratamiento con ortodoncia, recomiendan realizar la limpieza dental con mayor frecuencia, por lo menos dos o tres veces al año.

La limpieza dental no duele, quizás genera un poco de molestia porque ocasiona sensibilidad ya que se está librando al diente y a las encías de impurezas, pero no pasa de ser un procedimiento incómodo. Así que no te preocupes, si vas con un profesional en un abrir y cerrar de ojos tendrás tus dientes limpiecitos.

Si cuentas con una buena higiene bucal que incluya una técnica correcta del cepillado, más el uso de enjuague e hilo, tendrás una dentadura sana.